Y, ya puestos a los clásicos, ¿qué tal un poco de cine mudo? Hay muchas que vale la pena recuperar.
Por ejemplo, a Einsestein. "El acorazado Potemkin" es ideológica y tendenciosa... pero una obra maestra del lenguaje visual.
"El maquinista de la General", de Buster Keaton.
Las de Harold Lloyd siguen teniendo gracia hoy en día igual que las primeras de Chaplin.