Rienzi escribió:Lo que estoy afirmando es que, si pretendemos que la humanidad viva en unas condiciones aceptables en un medio ambiente saludable, con ocho mil millones de individuos, este objetivo es imposible de cumplir. Da igual que comamos bichos o carne sintética o que nos hagamos todos vegetarianos, la gigantesca capacidad de destrucción diaria de ocho mil millones de personas es incontenible.
Frente a esto solo hay una solución que no provoque sufrimiento: un acuerdo mundial para reducir la natalidad.
Si no reducimos la población mundial por las buenas, la naturaleza y las guerras lo harán por las malas y con mucho sufrimiento. La naturaleza por medio de enfermedades, sequías, hambrunas, desastres naturales, etc., la guerra por los recursos escasos, a través de su capacidad destructiva.
La tecnología, hasta ahora, ha retrasado lo inevitable; pero estamos alcanzando un punto en que ni siquiera esta va a poder solucionar el problema.
Pensar otra cosa es ser un ingenuo que no es capaz de ver la realidad tal cual es.
Pues te animo a que sigas las indicaciones de ese grupito elitista de eugenistas maltusianos y que, procedáis con alegría a suicidaros esos 5.000 millones de "humanos" que decís que sobráis.
Los multimillonarios eugenistas, intentan reducir la población mundial, según un informe que se elaboró en la reunión en Nueva York (2009), de la formaban parte Gill Puertas, Warren Buffett, David Rockefeller, Eli Broad, George Soros, Ted Turner, Oprah y Michael Bloomberg, entre otros, y que fue descrita por el Chronicle of Philanthropy como un encuentro informal destinado a fomentar la filantropía.
Es decir, que unos cuantos multimillonarios se reunieron para tomar una copa y cenar y charlar amistosamente sobre cómo promover las donaciones benéficas... pero al final, siguiendo el ejemplo de Gates, acordaron que "la superpoblación era una prioridad".
Los "señores" Gates, Buffett y Turner llevan años preocupándose discretamente por los problemas demográficos maltusianos. En Febrero, Gill Puertas esbozó un plan para intentar limitar la población mundial a 8.300 millones de personas, en lugar de los 9.300 millones previstos en el pico de población.
Lo malo (o lo bueno) de todo este maravilloso plan de reducción de la población mundial, es que no lo controlo yo.
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