Después de meses de batalla para intentar cancelar la compra de Twitter por 43.000 millones de dólares, tiempo en el que se han sentado las bases para el juicio que comenzará el próximo 17 de octubre, Elon Musk ha decidido dar marcha atrás. El culebrón en el que se ha convertido la venta de una de las redes sociales más influyentes de la actualidad tiene un nuevo capítulo, y llega con algunos puntos interesantes para analizar.
En un futurible escenario con Elon Musk como dueño de Twitter, sus promesas de “desbloquear el tremendo potencial” que tiene la red social vuelven a estar sobre la mesa.
WeChat como marco de referencia para el nuevo Twitter
La compañía detrás de WeChat, Tencent, hace tiempo que empezó un camino para adicionar otras funciones además del componente social de la aplicación. El servicio, que originalmente permitía chatear y realizar llamadas, al mejor estilo de WhatsApp, hoy permite pedir un taxi o comida a domicilio, abonar las facturas del agua o del gas, enviar dinero, concretar una cita médica, jugar online y hasta solicitar un divorcio.
Compra hecha.
Y se vienen cambios para la plataforma.