Represión a protesta en Irán deja un muertoTEHERÁN (Agencias).— Miles de manifestantes iraníes chocaron ayer con la policía en el centro de Teherán, al desafiar la prohibición del gobierno a asistir a la protesta convocada por la oposición. Las fuerzas de seguridad recurrieron a los golpes y al gas lacrimógeno para dispersar a los iraníes que tratan de repetir en su país la reciente revuelta popular de Egipto.
Al menos una persona murió y varias más resultaron heridas, informó la agencia de noticias local Fars. El medio, que cita fuentes anónimas propias, no dio más detalles y se limitó a indicar que se trató de víctimas de armas de fuego. Anoche, el centro de la capital iraní estaba libre de manifestantes.
La secretaria de Estado de Estados Unidos, Hillary Clinton, dio su apoyo abierto a las manifestaciones, que comparó con las que en Egipto llevaron a la caída del presidente Hosni Mubarak, informaron medios locales. “Quiero apoyar muy clara y directamente las aspiraciones de la gente que está hoy en las calles de Irán”, dijo Clinton.
“Le deseamos a la oposición y a las valerosas personas en las calles de las ciudades en Irán la misma oportunidad que vieron aprovechar a los egipcios”, agregó Clinton, en tanto criticó la “hipocresía” de las autoridades del país que reprimieron ayer las protestas.
Amnistía Internacional (AI) condenó la represión de la manifestación. “Los iraníes tienen el derecho a reunirse para expresar de manera pacífica su apoyo a los pueblos de Egipto y Túnez”, dijo Hassiba Hadj-Sahraoui, vicedirectora de AI para Medio Oriente.
Los opositores iraníes volvieron a salir ayer por la tarde a las calles del país tras meses de silencio, pese al férreo dispositivo policial y la advertencia de las autoridades de que la movilización no había sido autorizada.
Los manifestantes fueron convocados por los dos candidatos que fueron derrotados en los polémicos comicios presidenciales de junio de 2009, en los que resultó reelegido el presidente, Mahmud Ahmadienyad, y cuyo resultado la oposición calificó de fraudulento.
Según testigos, durante la marcha se gritaron consignas en contra del gobierno y a favor de los alzamientos pro democráticos en Egipto y Túnez. La oposición indicó que decenas de personas fueron detenidas y que las fuerzas de seguridad emplearon gases lacrimógenos y otros efectivos para evitar que los manifestantes se congregaran en la emblemática avenida Enguelab (revolución) y en la histórica plaza Azadí (libertad), en el centro de la capital.
Igualmente, denunció decenas de detenciones en la ciudad de Isfahan.
Entre los detenidos estuvo el responsable de Asuntos Consulares de la Embajada de España en Irán, Ignacio Pérez Cambra, quien fue retenido durante más de cuatro horas y media en una comisaría para extranjeros antes de ser liberado sin cargos.
En consecuencia, la cancillería española convocó al embajador de Irán en Madrid, Morteza Saffari Natanzi.
Además, se enviará una nota verbal de protesta a las autoridades iraníes por lo que consideran un asunto “inaceptable” y “muy grave”.
A la marcha, convocada la semana pasada a través de internet, no pudieron asistir los dos líderes opositores, Mir Husein Musaví y Mehdi Karrubí, retenidos e incomunicados por la policía en sus casas, con las líneas de teléfono cortadas y coches patrulla a la puerta, según denunció la oposición.
“Varios coches de policía han cortado los accesos en la calle. Además, las líneas telefónicas, tanto fijas como móviles, de Musaví y de su esposa Zahra Rahnavard están cortadas desde el domingo”, explicó la página web opositora Kaleme.org
En las páginas de internet se denunció también que el régimen llevó a cabo una campaña de intimidación en la que fue detenida una veintena de personas durante la pasada semana.
Asimismo, las autoridades censuraron diversas páginas de noticias internacionales en internet y trataron de distorsionar la emisión de los canales televisivos por satélite.
En este sentido, la oficina encargada de asuntos de prensa indicó con insistencia a los periodistas extranjeros que la marcha no estaba autorizada, por lo que carecían de permiso para informar desde la calle.
En este contexto, la oposición denunció la “hipocresía” del régimen iraní, que ha apoyado los alzamientos populares en Egipto y Túnez, pero “impide manifestarse a su propio pueblo”.
Las autoridades de Irán han advertido a la oposición que no debe crear una “crisis de seguridad”, reanudando las masivas protestas contra el gobierno que surgieron tras la votación, los mayores disturbios vistos en el país desde la revolución de 1979.
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