por Alonso Quijano » 15 Jul 2011, 22:52
Sensaciones en la postura de Andromaco.
Es una posición que me produce mucha ternura e intimidad. Me siento recogida y envuelta por el cuerpo sobre el que me apoyo y es verdad que, como ninguna otra, permite retener la mirada del otro.
Aunque he de reconocer, que hay veces, que tal intimidad me perturba y no soy capaz de mantener la mirada bajo el escrutinio de mi pareja. Sin querer bajo la vista y me siento incomodada. Entonces es difícil.
En los momentos cuando las emociones y sensaciones crecen y te sobrecogen. Cuando los pelos se erizan y sientes un hormigueo recorrer tu cuerpo, en esos momentos, siento caer y siempre busco estabilizarme presionando mi cuerpo con el suyo. Es una necesidad fácil de satisfacer en esa posición y me produce un inmenso placer.
Abrazo y aplasto los hombros y los pechos contra él, infló el estómago y aprieto las piernas sobre sus caderas buscando que cada centímetro de mi cuerpo se funda con el suyo. Muevo la pelvis para enterrar su polla un poco más. Y si tengo suerte, él sabrá corresponderme. Me abrazará a su vez para que pueda sentir sus músculos tensarse, su torso ancho y la fuerza masculina bajo la piel blanda.
Buscando incrementar aun más el erotismo de su cuerpo, le pido que empuje fuerte con caderas y pelvis. Que me atraviese y me haga jadear. Con la estabilidad que proporcionan sus pies en el suelo es fácil satisfacer y darle el empuje que te corta la respiración.
«Llamo uñas arriba
A cuantos llamo,
Y al recibo los hiero
Uñas abajo. »Para el que me embiste
Pobre y en cueros,
Siempre es mi postura
Puerta de hierro.»