Hacia un nuevo paradigma de masculinidad.
Desde que colaboro con GQ me han llegado varios miles de correos electrónicos con muchas dudas acerca de lo difícil que es ser un hombre en el siglo XXI: hay que ser sensible y masculino, clásico y actual, romántico e independiente. La lista de requisitos en apariencia contradictorios nos hace sentirnos torpes y en no pocas ocasiones hemos acabado subidos a la barandilla de un balcón, después de varias noches de insomnio y pensando que igual es mejor acabar con todo esto de una vez.
Pero no, bajad de ahí, que a continuación contesto a vuestras dudas más frecuentes.
1. ¿Cómo puede un hombre reafirmar su masculinidad sin resultar zafio?
(Fdo: Baron Dandy)
Es cierto que a veces parece que tengamos que pedir perdón por ser hombres, cuando ni siquiera es culpa nuestra. Es más, algunas actitudes no tienen nada de malo e incluso hay que potenciarlas en la medida de lo posible: no bebas gintonic, que siempre ha sido una bebida para viudas; que nadie sepa que te gusta la música de los 80; da igual que distingas el fucsia de otros colores, llámalo el rosa ese raro, y nunca respondas “donde tú quieras” a la pregunta “¿dónde cenamos?” (La respuesta correcta es: “He reservado en tal restaurante”). Ah, y aprovecha que está de moda y déjate barba.
2. Es que tengo muy poco vello facial :( Bigote sí que me sale. ¿Me dejo bigote?
(Fdo: Baron Dandy)
Mira, si te vas a dejar bigote, cómprate también unos meggins, los discos de The XX, treinta y dos gatos y muere solo.
3. Mi novia dice en las encuestas de las revistas que le gustan los hombres sensibles, pero el otro día se rió de mí cuando lloré al final de 'El Rey León'. ¿Acaso ESTÁ MINTIENDO?
(Fdo: Piscis sensible)
Vivimos una etapa confusa en la que ser hombre y no hacer el ridículo en algún momento del día resulta difícil. Según una encuesta, el hombre ideal de las mujeres mide siete metros, tiene dieciocho tentáculos, escupe fuego, tiene dos carreras (una de letras y una de ciencias), toca dieciocho instrumentos musicales (ninguno es el ukelele), puede ver 'El diario de Noa' sin vomitar más de tres veces y siempre conoce un bar “que está por aquí cerca”.
Obviamente, cumplir con todos estos requisitos es imposible y no hay que sentirse agobiado por lo que no son más que ideales. Yo mismo no mido más de seis metros y medio, y no lloro por eso cuando hablo con una mujer. Lloro, sí, pero por otras cosas.
5. ¿Está bien pelearse en un bar?
(Fdo: Sean O'Mallory)
Por supuesto: no hay nada más viril que organizar una trifulca en un bar. Eso rezuma testosterona y nos hace sentirnos vivos. Recuerdo la última vez que me vi envuelto en uno de estos altercados.
Jaime: Disculpe, ¿está usted mirando a mi novia?
Desconocido: ¿Yo? No, por favor. Además, creo que usted viene solo.
Jaime: Cierto. No sé en qué pienso. Discúlpeme.
Desconocido: Ningún problema. Ha sido un malentendido sin importancia.
Jaime: Es que este es el segundo cortado de la mañana y a mí la cafeína me pone muy nervioso.
Desconocido: ¿Ha probado el descafeinado?
Jaime: Buena idea. Seguiré su consejo. Muchas gracias, caballero.
6. Apreciado terrícola, soy KRRGFGH, de Omicrón-Persei 8. En nuestro planeta tenemos 17 sexos y creíamos que era una situación difícil hasta que conocimos los que vosotros llamáis "mujer". ¿Cómo gestionáis el día a día con las "mujeres"?
En realidad, es muy sencillo. Sólo hay que disculparse cada dos horas o cuando oigas un bufido, lo que pase antes.
7. ¿Por qué seguimos siendo nosotros los que tenemos que dar el primer paso en un bar?
(Fdo: Tímido protestón)
Ésta es una batalla perdida. Ahí no hay nada que hacer salvo contadísimas excepciones. De todas formas, establecer un primer contacto con una mujer no es nada complicado. Sólo hay que seguir dos pasos básicos:
I. Establece contacto visual. Por ejemplo, estás en la barra pidiendo una cerveza y la miras. Fijamente. Mucho rato. Saca un péndulo del bolsillo. Di: "Mírame a los ojos... Tienes sueño...". Aclara a sus amigas que la hipnosis no es ilegal. Acláralo también en comisaría, en caso necesario.
II. Si no te ha rociado con spray de pimienta, habla con ella. La primera frase es sin duda la más difícil. Lo mejor es ser natural y sincero, y por eso yo suelo gritar ÁMAME, POR FAVOR, NO QUIERO MORIR SOLO, y me pongo a sollozar abrazado a sus rodillas.
Es muy sencillo. No sé a qué viene tanta queja.
8. Hola Jaime, soy muy fan de tu línea de calcetines para hacer el amor. Como soy un hombre moderno y preocupado por mi aspecto, me gustaría usar productos para el cuidado personal. ¿Qué debería tener en cuenta?
(Fdo: Yo fui metrosexual en los 90)
Hoy en día hay todo tipo de productos para la piel y el cabello del hombre: jabones, exfoliantes, hidratantes, contorno de ojos, cacao para los labios, mascarillas, cremas reductora para los abdominales, crema de verduras. Eso sí, con moderación. Si ves que te empieza a gustar 'Sexo en Nueva York', te has pasado.
9. ¿Crees que los hombres de hoy en día se sienten amenazados por las mujeres independientes del siglo XXI?
(Fdo: Emprendedor Asustado)
Si esas mujeres tienen un rifle, sí, claro. ¿Pero por qué iban a tener un rifle? ¿Con qué clase de gente te mezclas? ¿Con cazadores? ¿Con militares?
10. Apreciado Jaime, voy a nacer de aquí a unos meses y aún no he decidido si ser hombre o mujer. ¿Tú que me recomendarías?
(Fdo: Probablemente sagitario)
No sé si ser hombre es mejor o peor que ser mujer, ya que no puedo comparar: sólo fui mujer tres meses de 2004, por culpa de una confusión tonta (echo de menos a Mateo y Nuria, mis dos hijos). Pero sí te puedo decir que ser hombre tiene sus ventajas: sabemos para qué sirven los bolsillos, podemos estar listos para salir de casa en cuatro minutos (contando la ducha), y nos vale casi cualquier persona
para compartir unas cervezas.
En conclusión, ser hombre mola.
Cómo ser todo un hombre