No subestimes el "poder de A Garota", que cuando camino hacia el mar con mi balanceo...se paran muchos pulsos. Y mi instrumento, bah...me lo callo, no quiero darte pistas.
No me temas, soy tuya, pero no soy el pasajero ni el mendigo, soy tu dueña, la que tú esperabas, y ahora entro en tu vida, para no salir más, para quedarme.
dueña del miedo, del frío que me invade a ti que reinas sobre mis tinieblas, solo te exijo una cosa si quieres la sal de mi sangre, has de prometer salvarme