En mi pueblo, hasta el más tonto hace relojes -Suele escucharse con cierta frecuencia en ambientes coloquiales. Yo, sin ir más lejos, soy capaz de confeccionar relojes de nanométrica precisión; de sol, eso sí: me tumbo boca arriba en la orilla de la playa, y cuando las suecas empiezan a jugar con las palas y la pelotita en top less al borde del agua, yo marco las horas sobre la arena. También tengo otras habilidades que ya iré pormenorizando, pero lo haré poco a poco para no apabullar a nadie.
Este hilo es para que todo el que lo desee nos haga partícipes de sus habilidades. Unos sabrán moldear figuritas con barro, otros habrá con facultades para el canto o el manejo de instrumentos musicales. No faltará el zahorí que tenga una especial sensibilidad para detectar los puntos G con su varita mágica. Tendremos equilibristas, malabaristas (como el Dioni) o cocinillas, gentes capatces de llegar a fin de mes sin recurrir al cuñado prestamista... En fin, que todos, absolutamente todos, estamos dotados para algo, y tenemos derecho a presumir de ello.