Abusando de la generosidad del amigo Jack, voy a poner otra canción que siempre ronronea en mi corazón.
Slave to love, de Bryan Ferry, una de varias joyas musicales que adornaban la película
"nueve semanas y media" que, junto con la inconmensurable Kim Bassinger de aquel tiempo, hacían que salieses de aquel cine con un insoportable ( a la par que placentero ) dolor de
huevos, fruto de una erección desbocada de casi 113 minutos de duración.
Ah, Rourke....cómo te llegue a odiar ese otoño de 1.986 !