Si moldeas tus ciudades costeras para atraer a un tipo de turista con poco poder adquisitivo (como ocurre en España), cuyo único deseo es disfrutar de unas cervezas, tomar el sol y comer de forma económica, entonces estás promoviendo el turismo de masas, también conocido como ‘turismo basura’. Para obtener beneficios de este tipo de turistas, necesitas atraer a millones de ellos.
Por otro lado, si configuras tus ciudades costeras de manera que resulten atractivas por su belleza natural y cultural, atrayendo a turistas que buscan contemplar lo que no existe en su país, además de disfrutar del sol y las playas, entonces estarás atrayendo a un tipo de turista de élite con alto poder adquisitivo. Para obtener beneficios de este grupo, solo necesitas atraer a unos pocos millones de ellos.
En el caso de España, desde la época de Franco, se ha construido para atraer al típico turista británico de clase baja que busca diversión y sol. Sin embargo, cambiar hacia un turismo más selecto requeriría una transformación significativa en la forma en que concebimos nuestras ciudades.
En resumen, el enfoque turístico puede determinar el tipo de visitantes que recibimos y, por ende, el impacto económico y cultural que esto tiene en nuestras comunidades costeras.
Unas imágenes valen más que mil palabras.
Si quieres pasar de esto:
a esto:
Tienes que dejar de ofrecer esto:
Y tienes que ofrecer esto: