Este 2 de marzo se cumplen 50 años de la ejecución de Salvador Puig Antich en Barcelona.
El hecho no merecería mención especial, ya que Puig solo fue uno más entre las decenas de miles de reos ejecutados por el régimen franquista si no fuera porque este joven anarquista catalán, junto al aventurero alemán Georg Michael Welzel (su verdadero nombre, no el de Heinz Chez que publicaron los medios), fueron los últimos condenados a muerte por la dictadura que sufrieron la espantosa ejecución por medio del garrote vil.
Tanto Puig Antich como Michael Welzel fueron llevados ante el verdugo el mismo día 2 de marzo de 1974, uno en Barcelona y el otro en Tarragona, con unos pocos minutos de diferencia. Es evidente que Franco, ya por aquel entonces un espectro que apenas se tenía en pie, y el presidente Arias Navarro, pretendían enviar un mensaje de fuerza a una oposición cada vez más dura, después de la conmoción sufrida dos meses antes con el atentado contra Carrero Blanco. Muchos vieron en aquellas ejecuciones una venganza en diferido del franquismo y errando el objetivo por la muerte del almirante.
Los juicios contra Puig y Welzel, plagados ambos de irregularidades de todo tipo y que hoy día se considerarían aberraciones judiciales y serían rechazados de plano por el TS, tendrían pues como colofón dos penas de muerte que supondrían a su vez el final del terrible garrote vil, un invento español del que nadie podría sentirse orgulloso. Los siguientes y últimos ejecutados en España, año y medio después, ya al final de la dictadura, serían cinco jóvenes que cayeron ante el pelotón de fusilamiento el 27 de septiembre de 1975, pero esa ya es otra historia.
El ajusticiamiento de Puig Antich, el último garrote vil del franquismo
https://www.infolibre.es/veranolibre/aj ... 85981.html