Ocupacion de antofagasta

[kematian]

Por medio de un golpe militar asumió el mando de Bolivia el general don Hilarión Daza, urgido por la falta de dinero grabó en 1878 con un impuesto de 10 centavos por quintal de salitre exportado a la Compañía de Salitres de Antofagasta, atropellando así el tratado de 1874. El gobierno chileno y la compañía reclamaron, ya que de no actuar Daza aplicaría nuevas exigencias violatorias al tratado, poniendo a la compañía al borde de la quiebra..
El gobierno boliviano como respuesta a la reclamación, la consideró de la competencia de los tribunales de justicia y no de la cancillería . Según los tribunales se desconocían las concesiones hechas por Melgarejo en el tratado de 1874, porque ese gobierno era ilegal, tan ilegal como el del mismo Hilarión Daza. Ambos llegaron al poder por medio de cuartelazos.
El gerente de la Compañía Salitrera se negó a pagar el impuesto, mas Daza ordenó a las autoridades bolivianas que procediera a rematar todos los bienes , oponiéndose a la mediación de Chile, se fijó para la subasta el día 14 de febrero de 1879.
Cuando amaneció aquel día el gobierno chileno temeroso que sus connacionales en su inmensa mayoría mineros, se sublevaran, ordenó que buques de guerra se apostaran en la bahía de Antofagasta en prevención de lo que se veía venir.
Severino Zapata prefecto boliviano del Departamento de Cobija, enemigo acérrimo de los chilenos, marchaba a dar comienzo al remate de las pertenencias de la Compañía de Salitres de Antofagasta, cuando despues de lanzar un cañonazo de advertencia , se echó desde el Cochrane una lancha con parlamentarios navales al mando del capitán don José Manuel Borgoño que fue recibido con júbilo por miles de compatriotas, que sin vacilar se metían en el mar para recibir el bote y tocar a los marinos, mientras las banderas chilenas empezaron a flamear en las chozas y quienes no las tenían, buscaban febrilmente paños azules, blancos y rojos, rompiendo sus propias vestiduras con el fin de “fabricar” su bandera y engalanar la vivienda. Era tal el jubilo que una vez que se comunicó la ocupación de Antofagasta, la población organizó fiestas en honor de los marinos, para agradecerles la acción que acababan de cumplir. Entre tanto la corbeta O´higgins se dirigía a tomar posesión de Mejillones y el Blanco hacia lo mismo con Tocopilla.

[Chaleco López]

Y había un tratado secreto con Perú por lo que este último país tuvo que participar obligadamente de la guerra y todos ya saben el descenlace.