Un palco en el Calderón

[Tartarín]

Ayer estuve en el Zorrilla a ver una representación de zarzuela. Hacía años que no veía zarzuela en vivo. Es un género en el que no estoy muy puesto, pero disfruté del espectáculo. Echaron dos zarzuelas, con música del maestro Serrano: "La Dolorosa" y "Los claveles". Divertidas, dinámicas, con números musicales excelentes.

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Ayer estuve en el Auditorio Miguel Delibes, a escuchar un recital de Jaroussky (contratenor) y Lemieux (contralto). Cantaron (e interpretaron) arias y dúos de óperas del s. XVII, la mayoría de autores poco conocidos (Sartorio, Mealli, Caccini, Carissimi, etc), a parte de Monteverdi y Cavalli. Jaroussky es ese joven cantante francés tan famoso (tiene muchos videos en youtube), un contratenor de altura. El recital estuvo sencillamente fantástico. Al finalizar, tuvieron que salir innumerables veces a recibir los aplausos, con el público puesto en pie. Hubo algunas propinas, entre ellas un "Pur ti miro" sublime.

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Estuve el otro día en el Auditorio, al concierto inaugural de la temporada de la Orquesta Sinfónica de Castilla y León, una de las mejores orquestas de España, no es por presumir... (eso sí, todo hay que decirlo: entre los músicos tenemos un Piszczelok, un Witkowski, un Zagrodzka... y ni un González).

Dirigía la Orquesta Ton Koopman, un cachondo mental -a parte de buen director- que llenó de bromas musicales la Serenata Nocturna nº 6 de Mozart. A mí estas cosas me desconciertan un poco, pero luego me lo tomé con humor... Supongo que muchos del público no conocían la obra, por lo que no se percataron de las graciosas "variaciones" y no tuvieron que hacer esfuerzos para contener la risa.

Continuaba el programa con el Concierto para violín y orquesta en Mi menor, op. 64, de Mendelssohn. Como solista tuvimos una famosa -y guapísima- violinista norteamericana, Hilary Hanh, que recibió una larguísima ovación y que, dados los insistentes aplausos del público, nos ofreció otra pieza de propina (no pude identificar esta obra, mi cultura musical es limitadísima).

Y para concluir, la Orquesta nos deleitó con una soberbia interpretación de la 40 Sinfonía de Mozart, pieza algo recurrente quizás, pero no por mil veces escuchada menos maravillosa a los oídos.

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Comienzo de la temporada teatral en el Calderón.
Renové el abono, pero cambié de sitio. No es que el palco me disgustara, se veía bien... Pero tenía el problema de todos los palcos próximos al escenario: la lateralidad, y los decorados de la pared izquierda del escenario no se llegaban a ver bien... Así que ahora estoy en patio de butacas, con la "manada"... Eso sí, primeras filas y centrado, que soy miope.

Ayer echaron La loba, de Lillian Helman, interesante drama sobre la codicia, ambientado en el sur de los EE.UU., hacia 1900. Magnífica Nuria Espert en su papel de perversa dama sureña. Encendidos aplausos también para el resto del reparto: Carmen Conesa, Héctor Colomé, etc.

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El viernes, en el Auditorio Miguel Delibes, estuve en un concierto excepcional, con un programa muy atractivo: la Sinfonía nº 7 de Beethoven y la Sinfonía nº 1 de Mahler. Conocía bien estas sinfonías, pero nunca las había visto ejecutar en vivo, y ha sido una experiencia inolvidable. Dirigía la orquesta (la Sinfónica de Castilla y León) Semyon Bychkov que, tras cada sinfonía, tuvo que salir unas cuatro veces al escenario, dado lo prolongado de la ovación.

Por cierto, una súplica. Cuando escucheis una sinfonía en una sala de conciertos, no os pongais a toser en esos breves espacios entre movimiento y movimiento. Hace un efecto pésimo. En esas pausas debe reinar el más absoluto silencio. Yo cuando voy a un concierto, ya voy tosido de casa.

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El sábado estuve de zarzuela. Echaban dos de Federico Chueca: Agua, azucarillos y aguardiente y El bateo.
Bien por solistas, coro y orquesta. En general estuvo divertido, destacando especialmente los números musicales, como el "Coro de niñeras" y "El coro de barquilleros" (en la primera), o el "Tango del Wamba" y el "Coro de organilleros" (en la segunda).
No obstante, la puesta en escena fue acogida con cierta frialdad, los aplausos fueron más bien escasos. Una producción algo simplona, de bajo presupuesto, que intenta recrear, más o menos, los ensayos de estas zarzuelas. Además, no es una producción nueva, ya que yo dispongo en dvd la misma versión de hace más de un lustro (hasta coinciden algunos actores).
En fin, me gustó desde el punto de vista musical. Pero hubiera preferido una representación más tradicional.

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El domingo estuve en el teatro Zorrilla, a ver una disparatada comedia de Jardiel Poncela, El cadáver del señor García, que fuera estrenada en 1930. Antes había leído el texto, y en la versión del domingo vi que habían suprimido algunos personajes y recortado el texto. No obstante quedó una puesta en escena bastante correcta, los actores hicieron creibles sus papeles. Obra muy hilarante, de humor del absurdo, con salidas ingeniosas, surrealistas, "jardielescas".
Tuvo buena acogida, la gente rió bastante.

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Juicio a una zorra es una obra escrita y dirigida por Miguel del Arco. Se trata de un monólogo, con la popular Carmen Machi como única actriz. Trata sobre Helena de Troya. Si se va con cultura previa, mejor, pero tampoco es necesario haber leído La Ilíada ni tener conocimientos de mitología grecolatina para entender la obra. Se cuestionan los mitos, afrontándolos desde una perspectiva feminista. La obra gustó, Carmen Machi hace una representación impactante, desgarradora, llena el escenario con su sola presencia. Lleva un año de gira, si pasa por vuestras ciudades, es una buena opción teatral. La representación sólo dura una hora, pero muy intensa.

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Ayer vi Carmen, de Bizet. Una versión muy buena de ÓPERA 2001, con Monika Fabianová en el papel de "Carmen", una deliciosa "Micaela" interpretada por la soprano japonesa Hiroko Morita (quizás lo mejor del elenco), Juan Carlos Valls como "Don José" y José Julián Frontal como "Escamillo". Martin Mázik dirigía la Orquesta Sinfónica de Pleven (Bulgaria).

Eché de menos el coro de niños en el primer acto y en el cuarto, voces blancas que fueron suplidas por el coro femenino. En general estuvo muy bien, una versión muy española, con bailarines vestidos de toreros y ellas vestidas a la usanza andaluza.

El momentazo se vivió en el acto cuarto, en "Les voici", cuando sacan y ondean una enorme bandera española. Supongo que en algunas partes de España, cuando lleven la ópera, esta parte la tendrán que suprimir... Porque no nos engañemos: la censura ha vuelto, incluso en el arte.

[Tartarín]

Vengo ahora del Calderón, de ver el ballet Coppelia, con música de Léo Delibes. Puesta en escena de la Compañía de Víctor Ullate, según la coreografía de Eduardo Lao. Han prescindido del argumento original (inspirado en un cuento de Hoffmann) y han creado un libreto diferente, más moderno, futurista. Ha estado muy bien, con bailarines de categoría, ¡chapeau! Y por otro lado la música de Léo Delibes (grabada, no había orquesta en el foso) es elegante, pegadiza, muy grata al oído. Muy bien también el vestuario y la escenografía. Un conjunto de una gran belleza.