Un palco en el Calderón

[Tartarín]

Conocía de hace años la novela De ratones y hombres, de Jonh Steinbeck, premio Nobel. Y ahora vengo de ver, en el teatro Calderón, una excepcional adaptación teatral. Si va por vuestras ciudades, no os la perdais. La dirige Miguel del Arco, y los protagonistas son Fernando Cayo y Roberto Álamo.
Quizás conozcais alguna versión cinematográfica, esa novela tiene varias. Pero esta puesta en escena es sencillamente inmejorable. Bravo.

[Tartarín]

Vengo de escuchar Un réquiem alemán, de Johannes Brahms. Obra para coro, barítono, soprano y orquesta.

Esta vez no sonó ningún móvil en el transcurso del concierto, pero... sí sonó uno en el instante antes de empezar. Ya se había hecho el silencio, el director ya tenía la batuta alzada para arrancar el primer movimiento de la pieza... y de repente, el jodido móvil. Evidentemente no empezó, tuvimos que esperar todos a que el aparatito dejase de sonar.

Obviando este incidente, todo salió a las mil maravillas. Bravo por el director, Christoph Spering; bravo por la orquesta, Das Neue Orchester; bravo por el coro, Chorus Musicus Köln; bravo por los solistas, Josep-Miquel Ramón y Sabina Cvilak. Una versión sencillamente excelente.

La soprano iba a ser la afamada Eva Mei, pero estaba indispuesta, vaya por dios. La sustituyó primorosamente Cvilak, una joven rubia guapísima, que llevaba un escote de vértigo. Yo no estaba en mi palco habitual, sino en patio de butacas, primera fila, a cosa de un metro de la cantante. Y hubo un instante en que me miró y sonrió. Quizás pilló infraganti alguna libidinosa mirada por mi parte, porque a partir de cierto momento ella juntaba sutilmente sus manos de tal manera que interceptaba penosamente el dardo visual que unía mis pupilas con su canalillo...

Pero no nos distraigamos, que estamos hablando de música. Como digo, el concierto superior, inmejorable, bravo bravísimo.

[A Garota]

Tengo una entrada para el patio de butaca del Pérez Galdós (que rima con Calderón) para el Rigoletto de Verdi. Oye, crees que me dejarán ir en vaqueros y playeras?

[Tartarín]

No, imposible. Los cuerpos diez como el tuyo sólo pueden acceder al recinto operístico en topless y tanga.

[A Garota]

No te estarás confundiendo con un ring de boxeo? Bueno, llevaré la una gabardina por si acaso.

[Tartarín]

Hoy me tocaba ópera, pero cuando llego al Zorrilla, en la plaza mayor, me encuentro el teatro cerrado y una populosa manifestación que apenas me dejaba dar un paso. Me hubiera divertido mucho más viendo La Bohème, ¡dichosa huelga!

[Nihal]

que envidia ,lo confieso...bien por ty yo al maximo tube entradas de cortesia al Auditorium Santa Cecilia,un amigo de familia vocalist ,alguna vez nos pregunta si queremos ,son gratis

[Tartarín]

Vengo ahora del Zorrilla. Echaban Yerma, de Federico García Lorca. Teatro poético, simbólico, sobre las ansias de maternidad de una mujer casada. Genial versión de Miguel Narros, con música de Enrique Morente. Lo protagonizaba Silvia Marsó.

Para mí Silvia Marsó fue, en los años ochenta, la más guapa azafata del Un, Dos, Tres. Siempre estuve medio enamoriscao de ella... Con ganas me quedé de ir a su camerino tras la función, pero pasé.

Hizo muy bien su papel, especialmente emotivo en las catarsis, y perfectamente secundada por Marcial Álvarez (se hizo famoso por El comisario, en la tele) e Iván Hermes (de Al salir de clase).

La verdad es que el teatro estaba medio vacío... Alguien comentó que sería porque había fútbol. No lo entiendo. ¿Cómo es posible que haya alguien que prefiera el fútbol al teatro??

Me puse en primera fila, pero luego me arrepentí. Estaba yo solo en esa primera fila y acabé bastante mojado. Sí, sí, como lo oís. Pero no por pensar en Silvia, malpensaos... En el escenario había bastante agua y los interpretes me salpicaban constantemente. Incluso hubo un momento de auténtica lluvia. Pero yo no me quejé, porque soy un santo.

[A Garota]

Vengo ahora del Teatro Pérez Galdós, esta vez del segundo anfiteatro que no está la casa como para tirarla por la ventana. Me ha encantado Rigoletto, con una soprano geogiana haciendo de gilda...IMPRESIONANTE, y un barito y tenor italianos en los papeles de Rigoletto y el Duque de Mantua, grandes voces todos. Los cantantes obsequiaron al público repitiendo varias arias.

En fin, no soy crítica operística ni entendida en música clásica, así que me limito a decirles que fue BÁRBARO.

[al pasar la barca]

Vengo ahora del Teatro Pérez Galdós, esta vez del segundo anfiteatro que no está la casa como para tirarla por la ventana. Me ha encantado Rigoletto, con una soprano geogiana haciendo de gilda...IMPRESIONANTE, y un barito y tenor italianos en los papeles de Rigoletto y el Duque de Mantua, grandes voces todos. Los cantantes obsequiaron al público repitiendo varias arias.

En fin, no soy crítica operística ni entendida en música clásica, así que me limito a decirles que fue BÁRBARO.

envidia es lo que siento y Rigoletto...