Al principio, el gato del rabino no habla. Es simplemente libre como un gato y ronronea en los brazos de la hija del rabino, Zlabya, su querida dueña.
Pero en la casa del rabino, hay un loro que parlotea sin parar, y el gato se lo come. Ahora puede hablar, y empieza mintiendo: el loro ha salido a correr, dice, con la boca llena de plumas. Mentir es malo. Así que el rabino decide enderezar el gato y hacer de él un buen judío.
A cambio, el gato exige hacer su Bar Mitzvah.
===> El Gato del Rabino 1