El convento de las hermanitas solidarias
Padre Nicolás hemos recibido noticias de Barcelona, allí dicen las gentes haber visto al varón vicioso.
Oh gracias al santo padre que le hemos encontrado por fin!!
Hacia mas de un año que le habíamos perdido la pista, jure a mi hermano por el mismo santo padre que le encontraría, auque fuera lo ultimo que hiciera. Este hombre llamado francisco de Heredia era el demonio de la promiscuidad hecho persona. Mi pobre sobrina criada en la nobleza y la inocencia del convento fue desflorada por ese vil nada mas salir de el. Ella enajenada por la embriaguez de sus poderes maléficos, no hacia nada mas que decir desde su partida, que al irse de su lado notaba como el mundo del placer se le alejaba poco a poco, estocada tras estocada me hacia ver el jardín del edén en su rostro -decía ella- a la santa iglesia cuando fue interrogada. Pero este no era su único caso, este decrepito hombre había seducido hasta duquesas, tal fue el caso de la de pitiminí, esta también enajenada por sus maléficos poderes de seducción alegaba que a su marido no se le levantaba suficiente para cumplir sus deseos de mujer, y que un día en la soledad de su palacio mientras veía el anochecer, desconsolada por una noche que venía sin traer con ella placer, vio aparecer a un hombre que se hacia llamar el enviado de dios, el con su gran voz la dijo: mujer se cual es él suspiro que tienes encerrado dentro y te quema las entrañas haciendo que ni tu razón ,desee existir, pero tranquila aquí he venido yo con mi llave mágica a liberarte de el. Decía la duquesa que desde esa noche comprendió que no importaba si un hombre era pobre o rico económicamente sino que lo verdaderamente importante es que tuviera una buena llave para liberar las tensiones. Tal fue su convicción por esta idea que un año después un niño salía de sus entrañas de color negro como el de su criado. Este ultimo suceso armo tal revuelo, que todas las mujeres desconsoladas por estar encerradas en un matrimonio que les doblaba la edad, rezaban a dios para que les enviara a su ángel predilecto y las liberará de sus tensiones, estas al confesárselo a los curas con tanto deseo los hacían confundirse y ellos apiadándose de ellas les decían:
-hija mía pasa al confesionario te haré un apaño hasta que llegue el ángel de Dios.
Tal fue el impacto de este servicio que desde ahora la iglesia ofrecía, entre confesión y confesión, que el número de embarazos se duplicó en solo 5 meses mas que en los ultimos 5 años y la vocación de ser cura crecía inconmensurablemente entre los más jóvenes, y la demanda de los párrocos no se quedaba atrás, alegando que necesitaban ayuda debido a que no daban a vasto con tantas almas en pena por consolar.
Estas y otros muchos episodios causaba el revolucionario Francisco de Heredia, alegando en su defensa que el solo era un enviado de Dios. Para dar coherencia a su pensamiento utilizaba como principio de autoridad la doctrina religiosa del “ quietismo” esa herejía propuesta por el sacerdote Miguel de Molinos (según Francisco de Heredia su ídolo), que predicaba aceptar de un modo pasivo todo lo que Dios estaba dispuesto a conceder para alcanzar una paz interior.
Sin embargo, el peor suceso cometido hasta ahora por este rufián sin escrúpulos fue el del convento de las hermanas carmelitas situado en unos parajes entre Extremadura y Toledo. Francisco de Heredia para que su hazaña no fuera manipulada la escribió como una crónica admirable, decía así:
Llevo mas de 2 meses huyendo de los malditos inquisidores, estos me han puesto un apodo bastante gracioso y halagador, “ el varón vicioso”. Según ellos soy como una pandemia ya que al pasar por cualquier sitio dejo a mi paso un montón de mujeres embarazadas y hombres dispuestos a dejar mas mujeres, lo que no entiendo es ¿ por que se quejan? Si lo único que hago es aumentar la natalidad y así asegurar que sus campos en un futuro sigan siendo trabajados para llenar sus gordas barrigas, en fin, soy un incomprendido de esta sociedad … Sin embargo, como buen idealista que soy, sigo un medio para llegar a un fin, este fin es liberar a las mujeres de sus tensiones y darles capacidad para elegir ser felices a través de la dimensión mas humana, “ el sexo”, y como ejemplo a que todas puedan alcanzar este fin he decidido dotar de mi presencia a las mujeres mas torturadas del mundo, las monjas, y de paso ganarme algunas monedas … He oído que a menos de 6 horas de aquí, entre los parajes que hacen de línea separadora entre Extremadura y Toledo se levanta un gran convento ,como un oasis en un desierto, allí podré descansar y beber de los labios de las jovencitas, que según mis fuentes residen allí.
6 horas después por fin he llegado, el camino ha sido duro pero por el camino me encontré con una alegre pastora que me obligo a descansar debajo de ella un rato, yo queriendo ser un caballero me ofrecí varias veces a ponerme encima, pero ya se sabe como es la gente de campo, muy generosa … lo difícil ya ha pasado, ahora llega lo fácil. Golpee la puerta del convento y a continuación me tumbe haciéndome el desmayado.
- santa madre de Dios!! ( gritó la madre superiora exaltada) , hermana lucia, hermana Maria vengan aquí corriendo.
- ¿ que pasa madre superiora?
Gritaron las dos monjas al unísono.
- un jovencito desmayado. Rápido ayúdenme a llevarlo a la enfermería.
Mientras las tres monjas me llevaban casi arrastras hacia la enfermería, veía con los ojos entreabiertos a las monjas salir a mi encuentro curioseando, la verdad es que mis fuentes no me habían mentido, estas monjitas eran bellas. En el pasado mi padre me decía que los conventos no era un lugar de culto a Dios, sino un antro de jovencitas feas donde los nobles llevaban a sus hijas como medida eugenesica, pobre padre mió … si viera es espectáculo que yo veía se le caería la baba. Tal era el espectáculo que mis instintos involuntarios me jugaron una mala pasada y mi miembro viril empezó a despertarse oliendo el festín que le esperaba.
Al fin las tres monjas llegaron a la enfermería, la madre superiora hizo un ademán con la mano y note como las dos jovencitas empezaban a desnudarme, al quitarme la camisa y notar el roce de esas manos inocentes mi imaginación noto para que las usarían cuando la monja superiora mandara lavarme y francisquito ahora mas que nunca estaba muy despierto, acto seguido empezaron a desabrocharme los pantalones note en la mirada de las jovencitas curiosidad, y nada mas bajarlos gritaron las 3 al unísono ! Madre de Dios!, se encontraron con francisquito en todo su esplendor que les daban los buenos días, las monjas mas jóvenes se quedaron impactadas mirando de reojo lascivamente, mientras la madre superiora las intentaba tapar los ojos, y ella me la miraba directamente y diciendo por lo bajo, es la mas grande que he visto … había sido una buena estrategia no ponerme calzones. Al instante la madre superiora mandó severamente salir a las jóvenes, acto seguido y todavía desnudo, empecé a fingir que salía del desmayo, la madre superiora conmigo a solas se puso nerviosa de lo que pudiera pensar y me lanzo una toalla a mis partes intentándomela tapar, ahora parecía que tenía una tienda de campaña.
- mmmm donde estoy
- hijo mió te hemos encontrado en la puerta medio muerto. ( decía mientras tenia la mirada clavada en mi nueva tienda de campaña).
- ¿ y me ha salvado madre? ¿ como se lo puedo agradecer?
decía mientras me levantaba cayéndose la toalla al suelo y acercándome lentamente a la monja, mientras ella se alejaba lentamente quedando sin escapatoria tras toparse con la pared de espaldas. La mire fijamente con mis grandes ojos azules y aparte su mirada de mis partes a mis ojos y la pregunte de nuevo
- ¿ como se lo puedo agradecer?
Ella instantáneamente se me abalanzo y pocos segundos después mientras la montaba gritaba: gracias dio mió!!
Después de terminar la monja me contó su historia, la pobre me decía que había sido desflorecida por un rufián a los 16 años y que por ello llevaba en el convento mas de 20 años, yo mientras la consolaba le decía, ay!! que hombre mas vil, tranquila, ya estoy yo aquí. Al momento la dije que me había acostado a mas de 6 horas del convento y que nada mas despertar me encontré allí. En este transcurso había soñado que Dios me encomendaba la misión de darlas a enseñar a las monjas la doctrina del quietismo mediante el sexo. La monja con una mirada picaresca no hacia mas que decir
- quien soy yo para contradecir la palabra del señor hijo mió.
Pasado dos días la madre superiora me presento a las 120 monjas como el padre francisco en el comedor, decía que había venido a oír sus pecados y perdonárselos. Mientras me presentaba y decía un montón de greguerías sacadas de la santas escrituras note que todas las monjas me echaban miradas lascivas, parecía ser que los gritos de la madre superiora se habían oído en todo el convento.
CONTINUARA
agradecimientos a mi alocada musa!!
