Y es que claro, el psoe se cree que en valencia somos imbeciles, y que los tenemos que votar para que no nos insulten, osea bajo amenazas y coacciones....o votamos al psoe o a la izquierda o somos terroristas, que hijo de puta.
http://www.abc.es/20110323/local-comunidad-valenciana/abci-jauregui-sebastian-ministros-bocazas-201103231024.htmlJáuregui y Sebastián, ministros bocazas
COMO poco, cabe decir que han sido lamentables las declaraciones de dos ministros, Ramón Jáuregui y Miguel Sebastián, sobre asuntos de la Comunidad Valenciana. Vayamos por partes. El ministro de la Presidencia habló en Castellón, arropando el acto de presentación de candidaturas del PSPV-PSOE, y ya se sabe lo que puede ocurrir, y suele ocurrir, cuando se hace uso de la palabra en medio del fragor mitinero, que con tal de hacerse con un titular en prensa, radio o televisión se recurre a símiles desafortunados, a frases que salen tan forzadas, tan intrínsecamente estúpidas que terminan por provocar un estropicio.
Comparar las libertades de los ciudadanos del País Vasco con las que cualquier otro autonomía, y más concretamente, con la Comunidad Valenciana, es una temeridad impropia de un dirigente político, y más si se trata de un ministro apellidado Jáuregui, vasco donostiarra, y con tan larga y vida política como la suya: Menos lehendakari lo ha sido todo, incluso vicelehendakari. Con tanta experiencia acumulada como la suya sorprende que Ramón Jáuregui se deje llevar por el peculiar modo y manera con que Alarte y Luna tratan de hacer oposición. Una oposición que confunde —como ha sido el caso—la crítica al Partido Popular con la referida a la realidad política y social de la Comunidad Valenciana y de ahí la desdichada y penosa comparación con el País Vasco.
Haga el señor Jáuregui recuento del número de paisanos suyos que se han visto obligados a salir de su tierra, dejando atrás familia, negocios, ilusiones, memoria… porque les resultaba imposible seguir respirando el ambiente hostil y amenazante para sus vidas y haciendas. Haga el recuento, sí, comenzando por la Comunidad Valenciana y podrá reencontrarse con más de doce mil vascos —y vascas— que aquí viven sin la incertidumbre y desasosiego con que lo hacían en Euskadi. Trate de hacer el recuento de cuántos son los valencianos que han tenido que dejar su tierra y exiliarse en el País Vasco. Le sobrarán los cinco dedos de su mano.
He titulado «ministros bocazas» y puede que me haya quedado corto. Bocaza es aquella persona «que habla más de lo que aconseje la discreción». Otro tanto puede decirse de Miguel Sebastián, con el añadido, en su caso, del desconocimiento que exhibe de la realidad geográfica de la Comunidad Valenciana y más concretamente de Cofrentes. El ministro de Industria se refirió a la necesidad de hacer nuevos estudios sobre la seguridad de esta central nuclear a la que, justo la víspera del terremoto de Japón, se le había alargado en diez años su período de vida útil. Las razones para el reestudio —que se supone se habrían hecho con toda rigor antes de conceder la prórroga— son, según el inefable ministro, la proximidad de Cofrentes al mar. Alguna bombilla, de bajo consumo, ha debido fallarle al titular de Industria, que también lo es de Turismo y Comercio. La distancia de Cofrentes de la costa es de cien kilómetros, y su altura sobre el nivel del mar —el Mediterráneo, señor Sebastián— es de 437 metros. De modo que búsquese otra razón con la que abonar su disperso y contradictorio discurso, nuclear y antinuclear al mismo tiempo, que la del peligro del tsunami. Al menos, en lo que a Cofrentes se refiere.
