Astur escribió:Acordáos el gusto que tenía Stalin por dejar morir de hambre a parte de su población. Junto con Mao y los Jemeres Rojos, uno de los máximo genocidas de la historia.
Sin justificar para nada la dureza de la política de Stalin, parece que en el asunto del Holodomor hay opiniones encontradas. Que la hambruna de Ucrania de 1.932 existió no lo discute nadie, pero sobre sus causas hay ciertas discrepancias.
Los kulaks parecen haber jugado un papel nada desdeñable en la hambruna a raíz de la colectivización forzosa impuesta por el régimen de Stalin. Para luchar contra dicha colectivización forzosa, los campesinos acaudalados y propietarios de las tierras, o sea, los kulaks (aquí los llamaríamos terratenientes), comenzaron a reducir las producciones o a no cumplir adrede con las exigencias demandadas. Muchos decidieron abandonar el campo, con lo que se perdieron las cosechas. Otros trataron de quedarse con parte de la producción agrícola, no pocos la destruyeron, y se produjeron numerosos robos entre ellos.
Como consecuencia, la tensión social fue en aumento y el caos se apoderó de la región. Stalin, que siempre había mirado con suspicacia a los kulaks y convencido de que todo eso era producto del boicot nacionalista alentado por ellos, optó por militarizar los campos para imponer el orden manu militari. Stalin, alarmado ante los robos de grano que habían alcanzado el grado de epidemia, impuso la llamada 'Ley de las Cinco Espigas', que preveía castigos draconianos para los ladrones de cereal. Para rematar la faena, en aquel año 1.932 se abatió sobre Ucrania una catastrófica sequía (durante varios meses no cayó una sola gota de agua) que malogró gran parte de la cosecha.
Hasta qué punto Stalin fue culpable de la hambruna resulta muy difícil de dilucidar, ya que cualquier relato sobre aquellos hechos hoy día está contaminado por la política y los nacionalismos. Tampoco hay que olvidar que Stalin se consideraba en una guerra particular contra Ucrania, lo mismo que hace hoy Putin, a la que veía como una república con fuertes inclinaciones nacionalistas y separatistas, algo intolerable para el jefe del Kremlin.
Seguramente, en el Holodomor confluyeron todos esos factores: la excesiva dureza en la aplicación de la colectivización forzosa, el egoísmo y las prácticas delictivas de los kulaks, que destruyeron miles de toneladas de cereales para no entregarlas a los koljoses, los robos de grano, la desastrosa sequía de 1.932 y la inquina personal de Stalin contra Ucrania.