Astur escribió:
Los occidentales vemos el mundo de una manera distorsionada, porque tenemos todo tipo de comodidades, un estado de bienestar, etc. pero esto no es para siempre. Ya estábamos comprobando lo que era la inflación antes de la guerra en Ucrania, pero ahora se ha acrecentado y, encima, vemos cómo nuestro suministro energético no está garantizado, lo que provocará mucha incertidumbre económica, que haya parones en las fábricas, que mucha gente se vaya a la calle, etc. etc. Se acercan tiempos difíciles que los refalfiados occidentales no estamos acostumbrados a vivir.
Te agrego algo más, Peska, relacionado con esto que mencionás, que creo que como decís, es cierto que parece que tampoco lo ven, por lo menos en Europa occidental y central, aunque creo que sí lo intuyen en el sur de Europa, principalmente Italia, España y Portugal, o Grecia. El cambio de poder mundial, de la estructura del sistema internacional y su distribución del poder, también indica un cambio en la distribución de la riqueza. Los órdenes internacionales benefician a unos y perjudican a otros; a unos les da más poder y riqueza, y a otros los desposee de riqueza y poder.
Estoy autorizado a decir esto porque, siendo etnocentrista, como argentino esto que mencionás lo conozco bien: en el orden internacional pre 1945 (aunque ya desde 1930 se comenzaron a sentir los efectos de ese cambio), la Argentina tenía una riqueza y desarrollo humano comparable a la de un país desarrollado: Japón y mucho más aún, Corea del Sur, se hallaban a gran distancia de la Argentina. Hoy, huelgan las comparaciones entre estos tres países. Existe, obviamente, una explicación de índole interna para el caso argentino, pero la redistribución mundial del poder no es algo que deba descuidarse; Australia, en una situación similar a la Argentina, supo adaptarse (con ayuda de la anglósfera, por cierto). El orden post 1945 afectó a la Argentina, contribuyó a su empobrecimiento junto con su inestabilidad política y benefició a países como Brasil.
A Europa le podría pasar exactamente lo mismo, especialmente a su parte más vulnerable, el sur: Italia, España, Portugal, Grecia podrían sufrir un empobrecimiento similar al que sufrió la Argentina con el cambio de orden mundial; el caso griego es clarísimo. Toda Europa en general sufriría esta pauperización, pero el sur estaría más vulnerable que el norte, y creo que justamente esta clase de distorsiones serían las que podrían causar la destrucción de la UE.