26 junio 2007
Los inmigrantes ilegales en Estados Unidos aumentan cada año en más de 400.000 personas
Diario de América
Un estudio de la OCDE publicado ayer lunes estima que la población ilegal en Estados Unidos aumenta en 408.000 individuos por año, de los cuales más de la mitad proceden de México. Frente a lo que demagógicamente se escribe contra Estados Unidos en materia migratoria, la movilidad internacional de las personas y las olas migratorias han sido siempre bienvenidas en Estados Unidos –país en sí mismo formado por inmigrantes legales-.
Sin embargo, esa inmigración debe cumplir con la legalidad y debe realizarse bajo las regulaciones de cada país y la voluntad del pueblo norteamericano como sujeto político soberano. El problema migratorio en la frontera sur de Estados Unidos radica en que este país ha venido incumpliendo sus leyes actualmente vigentes. La solución radica en cumplirlas en su totalidad y no en aprobar una nueva ley de reforma migratoria que, tal y como ahora se presenta, no hará sino complicar más todavía el asunto.
Dirigida por el mexicano José Angel Gurría, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) agrupa a las treinta principales economías del mundo. Un informe publicado este lunes por esta misma organización relacionado con las olas migratorias en el mundo asegura que la población ilegal que se establece en Estados Unidos ha ido aumentando en 408.000 personas por año, 260.000 de las cuales proceden exclusivamente de México.
El informe, además, señala que de acuerdo con los últimos cálculos, el número de inmigrantes mexicanos indocumentados en Estados Unidos alcanzaba en 2005 un total de seis millones, que es el último año del que se disponen datos o estimaciones fiables. Los expertos de la OCDE mencionan en el informe las últimas propuestas realizadas por la Casa Blanca sobre la reforma migratoria, así como la construcción de un muro fronterizo, si bien no entraron a juzgar la medida.
Resulta interesante confirmar algo que se sabía pero que adquiere ahora carta de naturaleza con este estudio: el hecho de que en el capítulo del informe sobre Estados Unidos, los autores señalen que la mayor parte de inmigrantes ilegales que cada año recibe la nación norteamericana proceden de México: “La población mexicana que vive en Estados Unidos sin autorización aumenta en alrededor de 260.000 personas cada año", asegura el informe.
El informe calcula además que en Estados Unidos residían sin autorización en enero de 2005 ya un total de 10 millones y medio de personas frente a los 8 millones y medio de enero de 2000. En la actualidad se puedan calcular ya en más de 12 millones el número de inmigrantes ilegales en Estados Unidos. Estos datos demuestran a las claras la no aplicación de las leyes de emigración existentes en Estados Unidos.
Estas cifras también ayudan a explicar la creciente preocupación en el seno de la sociedad estadounidense y de quienes, no sin falta de razón, piden que se cumplan las actuales leyes y se oponen al actual proyecto de ley de reforma migratoria que esta semana vuelve al Senado de los Estados Unidos con el impulso de varios senadores y del mismo George W. Bush.
A la vez, esta generalizada impunidad en el tema migratorio en Estados Unidos contrasta con los datos referidos a México que se incluyen en el informe. Por ejemplo, la inmigración de larga duración hacia México –normalmente de origen centroamericano-, está en aumento pero se trata de una emigración muy controlada por el gobierno mexicano –al menos, mucho más que lo que la vigila el gobierno de Estados Unidos en su propio territorio-. Según el estudio de la OCDE, entre septiembre de 2005 y agosto de 2006 ingresaron a México 47.000 personas, pero lo hicieron de modo legal, con un incremento de más del 34% respecto al periodo anterior.
El informe señaló que mientras las migraciones de larga duración aumentan, el número de trabajadores temporales agrícolas originarios de Guatemala disminuye ligeramente y se estabiliza en alrededor de 45.000 por año. Según el informe, el número de inmigrantes en tránsito disminuyó también y pasó de más de 210.000 en 2004 a menos de 150.000 en 2005, lo que vuelve a mostrar objetivamente la rigidez de las prácticas de México respecto a la inmigración que llega a su país.
Por otro lado, el estudio indica que aunque una parte de las migraciones hacia México continúan presentando un carácter clandestino, el gobierno mexicano no tiene ningún problema a la hora de aplicar sus leyes y deportar a los ilegales (generalmente de origen guatemalteco, hondureño y salvadoreño) fuera de México y devolverlos a la frontera. La OCDE ha contabilizado unas 140.000 deportaciones por parte del gobierno mexicano sólo entre enero y septiembre de 2006.
En el informe, el organismo menciona los acuerdos firmados por el gobierno mexicano con los principales países de origen de ilegales relativos a la repatriación. Este dato resulta interesante si lo contrastamos con el escaso número de deportaciones realizadas por Estados Unidos y por la escasa labor que en términos de seguridad fronteriza han venido realizando tanto Estados Unidos como el propio México en la frontera común durante los últimos años. Es justamente esa doble vara de medir y esa laxitud a la hora de defender y proteger las fronteras lo que resulta tan exasperante para la ciudadanía norteamericana, en especial para los ciudadanos que viven en los estados fronterizos del sudoeste (California, Arizona, Nuevo México y Texas).
Estos datos del informe de la OCDE, en suma, deberían llamar la atención de quienes siguen acusando a Estados Unidos de ser demasiado estricto con su política migratoria. Los datos demuestran todo lo contrario, pues si se miran con detalle las cifras del informe y los hechos objetivos resulta fácil comparar las muy rígidas y estrictas leyes de inmigración del gobierno de México respecto a Centroamérica y las escasamente cumplidas leyes migratorias en el caso del gobierno de Estados Unidos con respecto a México.
Finalmente, obsérvese que en términos absolutos, Estados Unidos fue el principal receptor de inmigrantes en 2005, con 1.122.400 entradas, lo que supuso un aumento del 17% respecto a 2004, mientras que un país como España le sigue a continuación con 682.700 y un incremento del 6%.
Frente a lo que demagógicamente se escribe contra Estados Unidos en materia migratoria, la movilidad internacional de las personas y las olas migratorias han sido siempre bienvenidas en Estados Unidos –país en sí mismo formado por inmigrantes legales-. Sin embargo, esa inmigración debe cumplir con la legalidad y debe realizarse bajo las regulaciones de cada país y la voluntad del pueblo norteamericano como sujeto político soberano. El problema migratorio en la frontera sur de Estados Unidos radica en que este país ha venido incumpliendo sus leyes actualmente vigentes. La solución radica en cumplirlas en su totalidad y no en aprobar una nueva ley de reforma migratoria que, tal y como ahora se presenta, no hará sino complicar más todavía el asunto.
http://independent.typepad.com/elindependent/2007/06/los-inmigrantes.html