Nuevo escándalo sexual "Sor Paula" involucra a miembros de l

[kematian]

La institución religiosa quedó, una vez más, inmersa en un nuevo escándalo por hechos aberrantes protagonizados por sus ministros. En esta oportunidad, denunciaron por abusos lésbicos a una monja que dirigía uno de los colegios de niñas más elitista del país trasandino.

La Iglesia Católica de Chile quedó inmersa ayer en un nuevo escándalo por hechos aberrantes protagonizados por sus ministros, esta vez con las denuncias de abusos lésbicos contra una monja que dirigía uno de los colegios de niñas más elitista del país. Las acusaciones contra la madre superiora Isabel Lagos (sor Paula), a la que semanas atrás la jerarquía envió a recluirse a Alemania, fueron hechas por una ex alumna de Las Ursulinas, hoy docente del establecimiento.

"Cuando tenía 12 años ella me dio un beso en la boca y a eso lo llamó regalo de Dios", dijo Mónica Salinas. El relato es parte de una serie de denuncias contra sor Paula, pero que hasta ahora sólo se referían a malos tratos. La profesora agregó que la relación concluyó cuando ella cumplió 15 años. "Cuando a mí me dieron mi primer beso, ella encontró que eso había sido súper malo y me dijo que los regalos de Dios no podrían repetirse, porque yo había manchado eso al darle un beso a un hombre", recordó.

La revelación, la primera de su tipo, encuentra a la Iglesia Católica en su peor crisis en décadas, después de que surgieran también denuncias por abusos sexuales y actos de encubrimiento que enlodan a obispos y cardenales. Un reciente fallo del Vaticano que condenó al sacerdote Fernando Karadima, formador de cinco obispos, destapó historias y críticas que revelan la existencia de abusos producidos en décadas.

La condena contra Karadima, acusado de abusar de menores y adultos, además de violar el secreto de la confesión, sembró la duda de si hay más religiosos implicados en las denuncias que datan de 1984 y se habían mantenido ocultas. En el fondo del problema está la duda de si había o no una red de protección e incluso complicidad en torno a Karadima y otros sacerdotes. Ayer, justamente, los cuatro obispos aún vivos ligados a Karadima reconocieron la culpabilidad del sacerdote en casos de abusos de niños.

Sin abrir juicios personales y ateniéndose a lo dispuesto por el Vaticano, los obispos Andrés Arteaga, Juan Barros, Tomislav Koljatic y Horacio Valenzuela, todos vinculados estrechamente a Karadima, afirmaron que asumen "la sentencia que declara su culpabilidad", en referencia al juicio canónico por abusos sexuales que lo relegó a una vida de retiro y oración

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