Fernando Alarcón y su personaje Ricardo Canitrot son inolvidables por las excusas que contaba para llegar tarde a la oficina.
Pero una cosa es recordarlo y otra muy distinta es imitarlo en mala, como ocurrió en Calama, donde la Fiscalía investiga a un padre acusado de inventar que su hija de seis años había muerto para justificar su ausencia al trabajo por seis meses.
El sujeto identificado como M.A.V.M., quien trabajaba en una empresa minera subcontratista de Calama, envió los primeros días de abril un correo electrónico a su jefe donde se excusaba por no haber ido a trabajar.
Allí le contó que su hija necesitaba un trasplante de corazón, que tenía insuficiencia renal y que le pedía que lo dejara estar con ella.
El jefe benévolo accedió sin pensarlo. Días después el sujeto envió una copia de un certificado médico mula en que se constaba la inexistente enfermedad de su hija. Al final, de su puño y letra, escribió "TRASPLANTE URGENTE".
Ante esto, no sólo le extendieron el permiso, sino que sus colegas le hicieron una vaquita y le juntaron 400 lucas.
La mentira siguió hasta el 19 de septiembre, cuando finalmente mandó un correo en el que dice que a su hija le realizaron el trasplante, pero que no lo soportó y murió.
Sus compañeros de oficina, al enterarse del deceso, lo llamaron para decirle que le gestionarían una platita en la caja de compensación, y que sólo necesitaban el certificado de defunción.
Como obviamente no lo tenía, el fresco pescó la libreta de familia, fotocopió la parte donde aparecen las defunciones y la llenó él mismo con los datos de su hijita, falsificando hasta los timbres. Le sacó una foto y la mandó por correo.
La caja rechazó el documento y los compipas fueron al Registro Civil a pedir el documento. Allí se dieron cuenta de que su compañero les había mentido durante seis meses y patearon la perra.
Se hizo un sumario administrativo en el Registro Civil y en diciembre se decidió querellarse contra el tipo por falsificación y uso malicioso de instrumento público ante la Bridec de Antofagasta.
El comisario, Erik Lambert, dijo a La Cuarta que "lo entrevistamos y al preguntarle por qué lo había hecho dijo que sólo fue de tonto y porque no quería dejar solas a su hija y su esposa".
El gil ahora arriesga irse en cana por sus delitos y enfrentarse a una demanda por estafa por las 400 lucas que juntaron sus compañeros.
Fuente:lacuarta.com
http://www.lacuarta.cl/noticias/cronica/2011/03/63-101771-9-tontorron-simulo-muerte-de-hija-pa-faltar-a-la-pega.shtml
