España y China acercan posturas en una desigual batalla comercial
Ayer aterrizó en nuestro país la delegación china para reunirse con el gobierno y con un nutrido grupo de directivos de nuestro país, con la tarea de firmar 10 pactos dentro de un nuevo marco de colaboración, con el objetivo de fortalecer las relaciones comerciales entre España y China.
China actualmente es la segunda potencia económica mundial, y además es la única de las grandes que es capaz de crecer sobre el nivel de los dos dígitos.
El ejecutivo de Rodríguez Zapatero, aseguró que el gigante asiático es un socio muy ‘especial’ y al que se le ha de tratar muy bien, quedando muy agradecido tras la compra de deuda nacional por parte de este país.
Esta situación, bajo mi juicio, es un arma de doble filo. Puesto que por un lado abrimos nuestra economía aún más a un país que ha sabido importar interesadamente productos y servicios de las economías occidentales, para luego rentabilizarlas abasteciendo a su mercado local, y establecer una feroz competencia en los países en los que estos son originarios. Y en segundo lugar, cada vez nuestra economía es más dependiente de sus decisiones macro, al incrementarse su posición como tenedor de bonos españoles en el marco de la crisis de deuda más importante de nuestra historia reciente.
En mi opinión, estas conversaciones no son más que ‘humo’, argumentando unos teóricos acuerdos comerciales, que en realidad permiten la vulneración de los derechos de propiedad y la competencia desleal, buscando el formalismo relacional en una batalla comercial ampliamente desigual.
Bueno, China nuevamente ofreciendo una mano de ayuda, aunque nada es gratis, y como no lo vamos a saber quienes ya hemos viajado por el mundo.
El gigante asiático haciendo noticia denuevo, esta vez con la compra de la deuda de España.
